El tren de la vida

El tren avanza, silba el viento,
cargando sueños, llevando el tiempo.
En cada estación, un adiós callado,
amigos que bajan, quedan atrás.

Sus risas aún vibran en los vagones,
ecos lejanos de viejas canciones.
Pero la vida sigue, el tren no para,
y en andenes nuevos, otros subirán.

Llevo en mi equipaje añoranza y frío,
fotos borrosas de un tiempo ido.
La familia que partió sin retorno,
su amor, un faro en mi horizonte sombrío.

Pero hoy es primavera, el aire es nuevo,
el invierno se aleja, lento, ligero.
Aunque duele el vacío de los que se fueron,
sigo en la lucha, con el pecho abierto.

Porque el tren no espera, sigue su viaje,
y en cada curva, un nuevo paisaje.
Aprendí que la vida es soledad y combate,
pero también es luz… y siempre hay esperanza.

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