
El cuerpo, un árbol doblado por el viento,
siente el peso de horas que no cesan.
La mente, un río en cauce seco y lento,
se ahoga en sombras que en el descanso escasean.
Las manos, grises de tanto intento,
tejen sueños que el tiempo despedaza.
Y el alma, frágil como el firmamento,
se quiebra en astros que la noche abraza.
¿Dónde hallar el refugio, el dulce nido,
donde el cansancio encuentre su reposo?
¿Dónde el silencio, cálido y encendido,
que apague este fuego tan voraz y odioso?
El agotamiento es un muro callado,
un eco infinito, un suspiro ahogado.
¡Cuánta razón llevas!
El cansancio es lento,
Lleno de desasosiego,
No sabe de lamento.
Nadie gana salvo su tiempo.
Muy bonito. Muchas gracias 😘