Canto a la Vida

No me digas que es un sueño
esta luz que al amanecer
dorando los trigales besa
y en el río sabe arder.

Alaba la vida el canto
del pájaro en el alambre,
la tormenta y su quebranto,
la semilla en su lecho de hambre.

Alaba el sudor que fecunda
la tierra oscura y paciente,
la risa que al alma inunda
y el silencio de la gente.

Alaba el roce del viento,
la palabra que no se dice,
el misterio del momento
y la espina de la ausencia.

Porque la vida no es sólo
el fulgor de la alegría,
sino el río que recoge
toda la melancolía.

Es el frágil hilo eterno
que teje gozo y herida,
un milagro siempre interno
en la carne y en la vida.

Así, con barro y estrellas,
con derrota y con victoria,
cada latido revela
la más honda, pura historia.

¡Alaba, pues, este instante,
este don de respirar,
de estar vivo y palpitante,
de amar, luchar y cantar!

2 comentarios en “Canto a la Vida”

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