Estrella que ilumina mi añoranza

Hoy hace dos año y un mes, 
que tu luz se fundió con el cielo, 
y dejaste en mi pecho un vacío, 
que solo el tiempo intenta sanar. 
 
Eres la estrella que ahora me guía, 
brillando en la noche más fría, 
tu paz, como un manto sereno, 
me abraza cuando el dolor es intenso. 
 
Añoro tu risa, tu voz, tu mirada, 
esos momentos que el tiempo se llevó, 
pero en mi alma guardo tu serenidad, 
esa que me enseñaste a cultivar. 
 
Superación, esa palabra que ahora es mi escudo, 
porque sé que desde allá, me susurras al oído: 
«Sigue adelante, no te detengas, 
que yo soy tu estrella, tu eterna compañera». 
 
Dos año y un mes sin tu abrazo, 
pero con tu amor siempre a mi lado, 
en cada paso, en cada suspiro, 
en cada instante que el destino me inspira. 
 
Madre, eres mi paz, mi serenidad, 
mi estrella en la eterna inmensidad. 
Aunque te extraño, sé que estás aquí, 
en mi corazón, donde siempre viviste.