La Princesa sin Nombre: Las Páginas Prohibidas y El Secreto que Parpadea

  1. La Confesión de la Reina Elspeth (Año 342 d.R.)
    «Me obligaron a beber té de artemisa en mi séptimo mes. El niño nació muerto, pero mi hija… oh, mi hija lloró tres días antes de que se la llevaran. Juré que escucharía su llanto hasta que mis venas se secaran. Por eso me arranqué la piel del muslo. Aquí está. Aquí sigue.»
    (Nota al margen, en letra temblorosa: «Las lágrimas salobres hacen que la tinta no se borre»).
  2. El Diagrama de la Reina Maris (Sin fecha)
    Un mapa de su útero, dibujado con óxido de plata y menstruación seca. Las trompas eran ríos envenenados. El cuello, una puerta con 17 cerrojos. En el centro, una palabra repetida como un mantra: «Resiste.»
  3. La Última Página (Reina Elena, tu madre)
    No tenía texto. Solo la huella de unos labios pintados con betún de Judea, y el contorno de una pequeña mano. Tu mano.

EL SECRETO QUE PARPADEA

Cuando Nyx apoyó la aguja sobre la página de su madre, las letras se reorganizaron:
«Querida loba,
Si lees esto, es porque sobreviviste. Y porque Alaric no sabe que este libro es un anzuelo. Cada página es una trampa. Cada reina una cómplice. Tejedoras todas, aunque no lo supieran.
La aguja no es suya. Perteneció a la Primera, la que hilaba los destinos en el ombligo del mundo. Busca el telar donde aún está atrapada. Está en—»
El resto de la frase había sido devorado por manchas de óxido. Pero en el borde de la página, alguien (¿Maris? ¿Elspeth?) había bordado un hilo plateado que salía del libro como un cordón umbilical. Nyx lo siguió con los dedos…
…y el libro se abrió como una herida.
Dentro, donde deberían estar las tapas posteriores, había un útero de pergamino.
Y dentro de él, latiendo suavemente, un feto de tinta negra con ojos de estrella.

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