Lo que esconde la escritura en Mayúsculas

Lo que esconde la escritura en mayúsculas es un link que os lleva a un articulo de grafología, en el que me posiciono en la primera acepción, en la de claridad y legibilidad. ¿Qué significa escribir todo con mayúsculas?. No somos personas rígidas, ni tenemos un caparazón.
Escribir en MAYÚSCULAS. No es un grito, ni una elección estética: es mi manera de trazar cada letra con claridad, venciendo los límites que mi hemiparesia derecha me impone. La escritura en mayúsculas, para muchas personas como yo, no es un capricho, sino un puente hacia la autonomía. Detrás de estas líneas aparentemente rígidas hay una historia de adaptación, resiliencia y legibilidad.
En este artículo, exploraremos qué se esconde tras el uso constante de las mayúsculas: desde prejuicios sociales («¿POR QUÉ ME GRITAS?») hasta las razones prácticas que, como en mi caso, convierten esta forma de escribir en una herramienta de inclusión.
¿POR QUÉ ESCRIBES EN MAYÚSCULAS? ¿ME ESTÁS GRITANDO?
La respuesta es sencilla, pero profunda: “escribo en mayúsculas porque es la forma en que mis manos pueden expresarse con claridad”.
La hemiparesia derecha —una secuela de daño cerebral que afecta mi movilidad— convierte cada trazo en minúsculas en un desafío. Las letras ligadas se desdibujan, las curvas tiemblan, y el mensaje se vuelve ilegible. Las MAYÚSCULAS, en cambio, son mis aliadas: rectas, definidas y accesibles.
Pero más allá de mi caso, el uso de mayúsculas carga con estigmas. Se asocian con rudeza o falta de educación, cuando en realidad pueden esconder condiciones como artritis, Parkinson, digrafía o simplemente la búsqueda de legibilidad.
Derribando mitos sobre las mayúsculas

  1. “Las mayúsculas son un grito” → Falso.
    Depende del contexto. Para muchas personas, es simplemente la única manera de escribir sin que su condición física sea un obstáculo.
  2. “Demuestra pereza o informalidad” → Falso.
    ¿Acaso el braille es «informal» por no usar tinta? Las mayúsculas pueden ser un recurso de accesibilidad, no un atajo.
  3. “Son difíciles de leer” → Depende.
    Para algunos, sí; para otros (como personas con baja visión o dislexia), pueden ser más claras que letras minúsculas apretadas.
    La escritura como acto de resistencia
    Elegir mayúsculas no es un capricho: “es un gesto de autonomía”. Cuando el sistema no está diseñado para ti, reinventas las reglas. Aunque yo no, miles de personas usan teclados en mayúsculas permanentes, tablas adaptadas o tipografías sans-serif porque la comunicación es un derecho, no un privilegio.
    La próxima vez que veas un texto en mayúsculas, antes de asumir, piensa: quizás esa persona no te grita… “quizás solo está encontrando su voz”.
    MAYÚSCULAS Y HEMIPARESIA: CUANDO CADA LETRA ES UNA VICTORIA
    La hemiparesia —que debilita mi lado derecho— convierte cada palabra en un campo de batalla. Las minúsculas, con sus curvas cerradas, se distorsionan: las «a» parecen «o», las «e» se cierran mal. Pero las MAYÚSCULAS son distintas:
  • Trazo simple y controlado: Letras como “A” o “M” requieren menos precisión.
  • Espacio entre letras: Evita que se amontonen, un problema común por falta de coordinación.
  • Legibilidad, incluso con trazo irregular: Su tamaño compensa la presión inconsistente del lápiz.
    ¿No puedes practicar para mejorar?
    Esta pregunta duele. Sí, he practicado: terapias, ejercicios, caligrafía adaptada… Pero la hemiparesia no es falta de esfuerzo: es una condición neurológica. Las mayúsculas no son mi «rendición»: son mi solución práctica, como los anteojos para un miope.
    Tecnología y adaptaciones útiles
  • Teclados con mayúsculas bloqueadas: Evitan que el autocorrector las convierta en minúsculas.
  • Tabletas con grosor de lápiz ajustable: Ayudan a mantener trazos firmes.
  • Apps de reconocimiento de voz: Útiles cuando la fatiga muscular gana.
    Lo que quisiera que supieras
  • No es informalidad. “Es accesibilidad”.
  • No es un grito. “Es claridad”.
  • No es terquedad. “Es resiliencia”.
    Detrás de una letra aparentemente rígida, hay una mano que se esfuerza el doble por ser entendida.
    ¿Cómo hacer más inclusiva tu comunicación?
  • En digital: Usa fuentes claras y permite flexibilidad (que cada quien lea en mayúsculas o minúsculas según su necesidad).
  • En físico: Promueve hojas con renglones amplios o herramientas adaptadas.
  • En lo social: No corrijas a alguien que escribe en mayúsculas sin conocer su razón.
    Porque al final, lo importante no es CÓMO se escriba, sino QUE se pueda escribir

Reflexión final:
Las mayúsculas no ocultan ira: ocultan historias de lucha, adaptación y la determinación de ser leída.
¿Te identificas con esta realidad? ¡Comparte tu experiencia o mitos que hayas enfrentado!
(Artículo basado en perspectiva personal y datos de accesibilidad, buscando educar desde la empatía.)
PD: Si trabajas en diseño, educación o atención al público: pequeños gestos, como aceptar documentos en mayúsculas, pueden cambiar vidas.

2 comentarios en “Lo que esconde la escritura en Mayúsculas”

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