
Érase una vez, en un reino mágico llamado Luminaria, donde los bosques brillaban con luces doradas y los ríos cantaban melodías suaves. Este país estaba gobernado por un rey sabio y bondadoso, quien vivía en un castillo de cristal con su hijo, el príncipe Alaric, y su hija, la princesa Seraphina. La familia real era querida por todos, incluyendo a los duendes, enanos y elfos que habitaban en los bosques cercanos.
Un día, mientras la princesa Seraphina paseaba por el jardín real con su fiel compañero, un gatito blanco llamado Nieve, descubrió un misterioso mensaje en una botella flotando en el estanque de los deseos. El mensaje decía: «El reino está en peligro. Los ogros oscuros planean apoderarse de Luminaria. Solo la unión de todos los seres mágicos podrá detenerlos.»
Preocupada, Seraphina corrió a contarle a su hermano Alaric y al rey. El príncipe, valiente y decidido, se ofreció a buscar ayuda en los bosques encantados. Con Nieve a su lado, partió hacia el corazón del bosque, donde vivían los duendes, enanos y elfos.
Al llegar, Alaric se encontró con Eldrin, un elfo sabio y anciano, quien le explicó que los ogros, liderados por el temible Groth, habían estado robando la magia de los árboles para debilitar el reino. «Necesitamos la ayuda de todos», dijo Eldrin. «Los duendes pueden crear armas mágicas, los enanos pueden construir fortalezas, y los elfos podemos proteger los bosques con nuestros hechizos.»
Mientras tanto, en el castillo, la princesa Seraphina descubrió que Nieve no era un simple gatito, sino un guardián mágico enviado por las hadas para protegerla. Con un toque de su cola, Nieve abrió un portal a la tierra de las hadas, donde Seraphina recibió un amuleto de luz capaz de ahuyentar a los ogros.
El día de la batalla llegó. Los ogros avanzaron hacia el castillo, pero fueron recibidos por un ejército unido de duendes, enanos, elfos y humanos. El príncipe Alaric lideró la carga con una espada forjada por los duendes, mientras Seraphina, con el amuleto de luz, iluminó el campo de batalla, debilitando a los ogros. Nieve, en su forma verdadera de guardián felino, luchó con agilidad y destreza.
Finalmente, Groth, el líder de los ogros, fue derrotado cuando el rey, con la ayuda de Eldrin, lanzó un hechizo que devolvió la magia robada a los bosques. Los ogros, sin su poder, huyeron hacia las montañas, prometiendo nunca más amenazar Luminaria.
El reino celebró la victoria con una gran fiesta, donde duendes, enanos, elfos y humanos bailaron juntos bajo las estrellas. El príncipe Alaric y la princesa Seraphina fueron honrados como héroes, y Nieve recibió un collar de plata como símbolo de su valentía.
Desde ese día, Luminaria floreció más que nunca, y la unión entre todos los seres mágicos se convirtió en una leyenda que perduró por generaciones. Y así, en un país donde la magia y la bondad reinaban, todos vivieron felices para siempre.
Fin.
Fenómeno, Elena,como todo lo que escribes.
Muchas gracias amigo 😘