Mamá, Te llevo en el Alma

Mamá,
te llevo
en el alma.

En el vuelo
de tu blusa
de mariposas.
En el pliegue
de tu pantalón negro.
En el jardín
de tu memoria.

Allí plantamos
Margaritas blancas,
Amapolas rojas,
Romero y albahaca.
Y nuestro corazón,
eterno,
que ya mira al cielo.

Anda, corre.
Corre
hacia tu hijo.
Hacia tus padres.
Hacia tu madre.
¿Sabes, mamá?
Anoche te vi
fundida con la abuela.
Erais un solo cuerpo
y yo me aferraba
a vuestro abrazo.

Juega, por fin,
con tu hermana querida.
La que aguardaba
Hace tiempo.
Las mariposas
de tu blusa
ahora vuelan libres.
Como cometas
sobre el mar.
Como pétalos
de una rosa
que mece el viento.

Jesús sale
a tu encuentro.
Y todos
los que esperaban.
Tu amiga Marivi.
Os veo en una moto,
el pelo al viento.
Cabalgando
en la orilla,
haciendo espuma.
Os veo al fuego,
contando historias
de antaño.

A veces creo
que es un sueño.
Despierto
y no estás.

Pero vivirás
en mis poemas.
En estos versos
Desordenados.
Te di mil besos
que guardo aquí,
en mi pecho.
Espérame con Pablo.
Que ya voy.

¡Espera, tiempo!
Todavía no.
Mi voz guarda
promesas.
Mi pecho, un río
de recuerdos
que busca su cauce
en la página.

Y hoy,
con un valor
que me nace del alma,
hoy grito
lo que el corazón
escribe:

Tú me diste la vida.
Luchaste por mí.
Hoy te lo devuelvo
con una promesa:
Seré feliz.

Pese a tu marcha.
Pese a tu ausencia.
Pese a esta herida.

Mamá,
te llevo
en el alma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *