

Hoy el cielo se viste de fiesta,
porque es tu día, Virginia querida.
Tú, que eres luz, amor y pureza,
tú, que con gracias llenas mi vida.
Desde que llegaste, ya no hay tristeza,
tu risa es sol que ahuyenta la herida.
Eres consuelo, eres fortaleza,
un ángel de bondad infinita.
Tienes el don de dar sin medida,
de abrir tu alma, de amar sin fronteras.
Y en cada gesto, en cada sonrisa,
siembras esperanzas verdaderas.
Por eso hoy quiero gritar al viento
lo orgullosa que estoy de tenerte,
de ser parte de tu camino,
de aprender tanto al quererte.
¡Feliz cumpleaños, mi ángel bueno!
Que la vida te colme de dicha,
que cada sueño, cada anhelo,
se haga realidad en tu sonrisa.
Guarda este día en tu corazón,
como yo guardo tu amor sincero.
¡Eres un regalo de Dios, Virginia,
y te lo digo de verdad… TE QUIERO!