Marzo 2007
Erase una vez, una madre que tenía un hijo que se llamaba Periquín, niño muy
aplicado al estudio. Y un día le dijo su madre:
-Hijo mío, deseo que estudies una carrera para que seas un hombre útil. ¿Qué
carrera quieres estudiar?
-La magia.
Entonces la madre preguntó a un maestro de magia si quería enseñar a su
hijo.
-Sí -contestó el maestro-, pero con una condición.
-¿Cuál es?
-Que al cabo de un año tiene que venir a ver a su hijo, y si no lo reconoce, me
quedo con él para siempre.
-Conforme.
Cuando se iba acercando la fecha convenida, Periquín se convirtió en un
palomo, salió de casa del maestro sin que nadie lo viera, y fue a decirle a su
madre:
-Ya está próximo el día en que usted tiene que ir a reconocerme. Ese día el
maestro nos va a transformar a todos los estudiantes en palomos.
Después echará maíz en el suelo para que lo comamos; pero yo, en vez de
comer, me entretendré en saltar por encima de mis compañeros. Y cuando el
maestro le pregunte a usted que si me reconoce, diga que sí, que soy el que
está dando saltos.
Fue la madre a casa del maestro y éste le llevó adonde estaban los palomos y
le dijo:
-Uno de estos palomos es el hijo de usted, ¿Lo reconoce?
-Sí, es aquel que tanto salta. Y digo que es aquél, porque cuando era rapaz
todo su afán era saltar por encima de sus iguales.
-Acertó usted, señora. Puede usted llevarse a su hijo, que ya sabe más magia
que yo.
Periquín al marcharse con su madre, se llevó consigo el mejor libro de magia
que tenía el maestro. Y cuando Periquín se vio en su casa, dijo:
-Madre con mi magia haré el bien y ya no habrá más miserias, ni pobres en el
mundo, y me convertiré en seres fantásticos y animales preciosos llenos de
colores, y le contaré mil cuentos a todos los niños, y volaré por todos los
lugares conociéndolos y aprendiendo de su cultura. Gracias madre, por darme
unos estudios, y hacerme un hombre de provecho.
La madre estaba conmovida por sus palabras y solo hacia llorar y llorar, no
podía evitar que por sus ojos brotaran tantas lágrimas, pero se asombró que al
caer al suelo éstas se convirtieran en flores, y supo que era obra de su hijo, y
por esto no podía parar de llorar.
-Madre, antes de irme por esos Lugares, te dejaré acomodada en una buena
casa, con vistas y una buena chimenea que te caliente, y con una buena
compañía. Sé que le hubiera gustado tener más hijos, y que uno fuera una
niña a la que pudiera mimar y hacerle preciosos vestidos, peinar, y charlar.
Y viajó a Londres, a París a New York, Italia, y Asia. Y en Asia al igual que en
los demás lugares, tenían su zona turística, y su zona o barrios con las
miserias que nos acompañan diariamente en nuestras vidas.
En Asia, encontró un orfanato, y en él una niña, una niña que al igual que los
otros niños, se le quedaban mirando, con grandes ojos rasgados, cuando
contaba sus fantásticos cuentos, y los ilustraba, con hermosos dibujos llenos
de luz y de color. Y Periquín, se quería llevar a todos los niños, y hacer una
casa preciosa para ellos, y vio que podía, que gracias a su magia, les podía dar
el hogar deseado, con maestros buenos, llenos de sabiduría y bondad, y
padres y familias amorosas y responsables, sabiéndolos llenar de amor, es todo
lo que quería Periquín, un mundo justo e igual para todos.
Y le preguntó a esa niña de grandes ojos, si quería acompañarla, al hogar de
su madre, que vivía sola, y aunque anciana era muy sabia, y amorosa, y
también sabía contar cuentos, pues es la que le enseño a él. La niña, dándole
un beso en la mejilla, le respondió que sí, que encantada, que sería su
abuela, y Periquín se rió, llenándosele los ojos de lágrimas, y vio que al caer
al suelo se convertían en flores y llenó el colegio de flores y árboles, para que
los niños treparan por ellos y jugaran, y vio que cuando se alejaba, con la niña
de la mano, las copas de los árboles se llenaron de niños, saludando con la
mano.
Para que se hiciera más ameno y agradable la vuelta a casa de su madre, se
convirtió en un pájaro espectacular, lleno de vivos colores, y subido en él la
niña, que no paraba de sonreír, y alzar los brazos a modo de alas, y al final del
camino, convirtió a la niña en una paloma blanca entrando por la ventana, en
el hogar de la madre, y Periquín se la presentó.
Madre, ésta es Rosa, y quiere quedarse aquí contigo, la madre la vio, le
sonrió, y lloró abrazándola, y la habitación se llenó de flores.
Un cuento precioso María Elena.
Muchas gracias por leerme y comentar 🦋🧚♂️🤗🥰😘😘
Guau, Elena. Está genial!!
Muchas gracias guapa por leerme y comentar en este pequeño espacio de magia y encuentro 🐇🦌🦋🧚♂️🤗🥰😘😘
Ohh!! Qué bonito. Es maravilloso el cuento y maravillosa tú imaginación y creatividad. Un besito 😘❤️🌹💐🪄📝
Muchas gracias guapa por leerme y comentar 😊 🦌🐇🦋🧚♂️🤗🥰😘😘
Qué bonito, Elena… Ojalá así existiese esa magia tan bella y el mundo fuese así de hermoso…🤗🌹🥰
Así debía ser. Gracias por leerme y comentar 😊 🐇🦌🦋 🧚♀️ 🤗🥰😘😘
Me ha encantado tu cuento, Elena.
Mi enhorabuena. Un abrazo 🤗
Gracias por leerme y comentar. 🧚♂️🦋🐇🦌🤗🥰😘😘
Tu imaginación, siempre ligada al amor de una madre, muestra tus bellos sentimientos. A la bondad, al vuelo en librrad, a las flores, Gracias Elena
Muchas gracias por leerme y comentar. Si así debía ser el mundo 🐇🦋🦌🧚♂️🤗🥰😘😘
Me encanta tu imaginación y la ternura con que escribes tus cuentos
Muchas gracias por leerme y comentar 🐇🦋🦌🧚♂️🤗🥰😘😘
Precioso, historia que te llega al corazón, enhorabuena Elena.
Muchas gracias por leerme y comentar 😊 🐇🦋🦌🧚♂️🤗🥰😘😘
Te conozco de hace algún tiempo, aparte de ser una artista, eres una gran amiga, persona y transformas la vida en Magia.
La maga eres tú. Felicidades Elena
Muchas gracias guapa por leerme y comentar 😊 🐇 🦋 🦌 🧚♀️ 🤗 🥰😘
Que precioso es el cuento Elena!!!!!
Muchas gracias por leerme y comentar 🐇🦋🦌🧚♂️🤗🥰😘😘
Qué bonita Elena,me ha gustado mucho!!! Ojalá hubiera más magia para el mundo que tenemos, todo sería mejor!!!
Muchas gracias guapa por leerme y comentar 😊 🐇 🦋 🦌 🧚♀️ 🤗 🥰😘😘
Que bonito !!! Nos ha encantado leer esta aventura tan llena de buenos sentimientos . Gracias .❤️💯
Muchas gracias por leerme y comentar en este pequeño espacio de imaginación 🦋😺🐇🦌🧚♂️🥰🤗😘😘